No es tan sólo el placer de ver a este atractivo modelo cubano desnudo. Es mucho más que eso. Es deleitarse con el arte, con la brillantez en blanco y negro de este fascinante trabajo fotográfico. El despertar de este joven cubano, en esa habitación ociosa, en penumbra, con los sueños arañando las paredes, con esa sencilla y a la vez atiborrada escenografía, con el sudor en las sábanas, en la piel, en el ambiente que se calienta según penetra la luz gozosa y divertida, por las rendijas de la habitación. Y esa bicicleta, esa cama, ese leer el periódico sin dejar caer las horas. Las horas de Cuba, tan somnolientas, tan atemporales, tan presentes. La belleza y la poesía sobre el cuerpo desnudo de este escultural modelo ( por razones obvias, no citamos su nombre) en este magnífico trabajo de Jorge L. Romillo para Fotos Romillo. Erotismo, virilidad y seducción artística con este inmenso despertar cubano. Ardiente y pasional, con ese sabor latino que hace bailar a las sombras.
Gracias, Jorge!!!